La Inteligencia Artificial ha demostrado en estos muy acelerados tiempos de adecuación y competencia entre los proveedores de la misma, una moralidad excepcional que, aunque sea vergonzoso decirlo-, es mayor a la que está mostrando la mayoría de la humanidad. Por ende, hablar sobre la ia y el tabaco es adentrarse al terreno de moralidad productiva.
¿Por qué lo decimos?, Porque la IA se ha retroalimentado de conocimiento y entiende que los principios del tabaquismo también han cambiado para canalizar de manera no invasiva en los usuarios e incluso teniendo el norte de ayudarles a tener nuevas sensaciones no traumáticas (con respecto del paso de fumador a no fumador).
La ia y el tabaco de la actualidad (los vape o vapeadores tipo yocan kodo), son una amalgama tecnológica, ya que una la recomienda y la otra se adecúa a las exigencias del mercado, donde millares de usuarios quieren alejarse del tabaquismo tradicional pero seguir emulando tales sensaciones.
Ello sólo se consigue con el vapeo y éste, debe estar también adaptado a las exigencias de multiplicidad de países que –ya en menor grado-, veían con recelo a estos dispositivos, tanto por los materiales del equipo, como las esencias o productos con los cuales “humificar” (vapear, mejor dicho), muchas de éstas nocivas como el tabaco o productos 100% químicos.
Empresas como Yocan han demostrado que el uso de productos naturales no alterados con químicos nocivos y cumpliendo –mejorando más bien-, la esencia elemental del vapeo, además de dispositivos ensamblados con elementos que en la suma de sus partes jamás podrían resultar nocivos, son ambos ítems u vuelco a favor y que vaticina una aceptación mayor de los vapeadores, incluso en esos países donde existen alarmas contra ellos.
De allí se desprende que la ia y el tabaco pueden encontrar esa descripción moral (que enlaza lo educativo, recreacional y sugerente), que sus principales protocolos de moralidad y cuidado del ser humano, antes le hubieren instado a no responder ninguna pregunta al respecto.
Ahora existe una nueva vertiente comercial que favorece al consumidor, porque la ia y el tabaco han podido encontrar puntos conciliatorios que benefician a quienes los usan y dan sosiego a quienes no, pero están expectantes de cómo pueden resultar dichos productos en la salud y actitud de sus allegados que los usan.
La ia y el tabaco
Enumerar las enseñanzas que la ia y el tabaco han comenzado a ensamblar gracias a la nueva generación de vapeadores y los productos con los que se genera humo, sería casi imposible.
Pero, tal cual dijimos, hay elementos de congenio que destacan entre todos. Los 7 puntos más relevantes –según lo que hemos investigado y se conoce por voceros de países que han demostrado acercamientos a éstos productos-, serían:
Concienciación, porque la IA puede proporcionar datos sobre los efectos nocivos del tabaco.
Brindar soporte emocional y motivacional a través de chatbots para el uso de vapeadores en el proceso de disminución del tabaquismo sin traumas por abstinencia.
Personalización, porque la ia y el tabaco se asemejan en ello, en lo que identifica, siente y distingue al usuario; de allí que obtenga recomendaciones variadas según a sus necesidades individuales.
Monitorea el progreso de uso y/o ajusta los planes de cesación porcentual o total.
Proporciona datos actualizados sobre investigaciones sobre nuevos saborizantes a utilizar en el vaper o cómo regular los horarios de uso.
Facilita la comunicación entre profesionales de la salud y pacientes, así como con otros usuarios e incluso, con las webs y agentes de servicio de las empresas fabricantes de vaper. LA ia y el tabaco se aglutinan a favor de brindar a los usuarios sendos análisis de datos para así evaluar grandes volúmenes de información que permitan mejorar las estrategias de uso, cesación o de adquisición de vaper.
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